Sobre los suelos arcillosos y cascajosos crecen nuestras vides mecidas por el cierzo.

La D.O.P. Cariñena nos brinda los vinos conocidos como El Vino de las Piedras, nacidos en un terruño único caracterizado por suelos milenarios de gravas y arcillas, que aportan a estos caldos una frescura y singularidad excepcionales.

Sin embargo, el suelo no es el único factor determinante. El cierzo, viento característico de la región, juega un papel crucial en el cultivo de la vid.

Originaria de Cariñena, representa nuestra tierra.

Aragonesa y centenaria en nuestros viñedos.

Concisa, directa y versátil.

Equilibrio y elegancia.

Estructurada y floral.

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